Una de las cosas que llaman más la atención cuando paseas por Roma es la enorme cantidad de fuentes que se encuentran por todas partes. Aquí por ejemplo vemos la fuente que está delante del Panteón. Lo que más me gusta de las fuentes son sus detalles.
Cerca de la Iglesia de Santa María del Popolo, una de las más famosas de la ciudad, encontramos esta fuente, el león parece que vaya a beber en ella.
En una esquina de la plaza Navona está situada esta fuente. El sonido del agua contrasta con el bullicio de la ciudad.
Incluso las gaviotas -si, si, porque en Roma hay muchas gaviotas- encuentran en las fuentes de la ciudad un lugar agradable para descansar. En la fotografía vemos una gaviota en la fuente de la plaza di Santa María in Trastevere.
Los motivos decorativos de las fuentes son muy variados, aquí una enorme concha recoge el agua.
Para terminar el recorrido por algunas de las fuentes romanas, esta es la Fontana di Trevi, la más conocida de todas ellas. Tal y como dice la tradición hay que tirar una moneda a la fuente para regresar de nuevo a Roma.
Otra de las visitas obligadas es el Coliseo que se encuentra al lado del Foro. Ambos, son unos de los más importantes restos arqueológicos de la antigua Roma. Es impresionante como ha podido mantenerse en pie un edificio como el del Coliseo a pesar del paso de los siglos.
